El desprendimiento de retina (DR) pediátrico es una entidad rara, compleja y de difícil manejo. Representa del 2-12% de los DR. Tiene diferencias importantes con los casos presentes en los adultos debido a su etiología, presentación, manejo y complicaciones.
Es importante establecer la causa del DR. Son raros los casos idiopáticos, generalmente están asociados a trauma ocular o a miopía relacionada o no, a enfermedades sistémicas como síndrome de Stickler, Marfan, Down, retinosquisis juvenil, retinopatía del prematuro (ROP, por sus siglas en inglés), o cirugía intraocular previa.
El DR pediátrico se detecta de forma tardía, generalmente los pacientes no reportan baja visual. Otros hallazgos son pobre fijación, estrabismo, nistagmo, hipotonía y leucocoria, por lo cual en algunos casos es necesario descartar retinoblastoma antes de realizar cualquier tratamiento.
Se requiere una exploración oftalmológica detallada en consultorio o bajo anestesia para describir los hallazgos y planear la cirugía. Se prefiere tratar con cerclaje escleral primario, otra opción es vitrectomía pars plana. En ocasiones se requiere más de un procedimiento para conseguir éxito quirúrgico, además de rehabilitación y seguimiento.